El pasado es determinante y España viene de donde viene:
de un siglo XIX para olvidar, y de un siglo XX marcado por la Guerra
Civil y la dictadura. A veces se nos olvida, pero hace apenas tres
décadas España aún tenía problemas de analfabetismo que en el resto de
Europa ya estaban resueltos desde hace un siglo.
De hecho, si se amplía el foco y se mira la evolución de la educación,
el modelo español ha sido un éxito. España es, junto a Corea del Sur e
Irlanda, el país que más ha mejorado su nivel educativo durante los
últimos cincuenta años. Y a pesar del alarmismo mediático, o de la
reacción del ministro Wert, la educación en España no es ni mucho menos
catastrófica. PISA también demuestra el bajísimo nivel en estadística de
algunos de nuestros tertulianos y políticos. La distancia con la media
de la OCDE es de entre cinco o diez puntos en una escala de 500: entre
el 1% y el 2%. España está prácticamente en la media de la UE y en el
bloque de los países desarrollados. Aparte de PISA, no hay muchos más
indicadores culturales o económicos donde España esté en un nivel
similar al de Suecia, Francia o Estados Unidos.
Si se comparan los datos de analfabetismo en 1860 con los últimos resultados de PISA por autonomías –como hace el sociólogo José Saturnino Martínez García en este excelente análisis –,
se entiende mucho mejor el peso de la historia. El gráfico es bastante
claro: las comunidades con más problemas de analfabetismo en 1860 son
hoy las que peor salen en PISA.
Referencia bibliográfica: Escolar, I. (2013, 4 de diciembre). No es la ley educativa, es la desigualdad y la historia. Eldiario.es. Recuperado el 4 de diciembre de 2017, de http://www.eldiario.es/escolar/PISA-educativa-desigualdad-economica-historia_6_203739629.html
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